Laboral

COREMEX: el sindicato que se volvió un negocio familiar

Publicado

en

Dirigentes del sindicato habrían convertido las estructuras internas en un círculo cerrado dominado por familiares y allegados.

Lo que comenzó como una organización para defender derechos laborales parece haberse transformado en una empresa familiar. Dentro de COREMEX, diversos testimonios de trabajadores y exrepresentantes sindicales apuntan a que las principales decisiones son tomadas por un grupo reducido de personas ligadas por lazos de parentesco con el dirigente Eloy Espinosa. Sus hermanos, primos y hasta sobrinos ocuparían cargos estratégicos dentro de las secciones sindicales, controlando desde la administración de recursos hasta las negociaciones con empresas.

Esta concentración del poder no solo limita la democracia interna, sino que anula cualquier posibilidad de renovación o transparencia. “Intentamos convocar una asamblea para elegir nuevos representantes, pero nos dijeron que los puestos ya estaban designados”, asegura un trabajador que pidió el anonimato. Los procesos internos, afirman los denunciantes, se han convertido en formalidades donde solo se ratifican decisiones tomadas previamente por el círculo cercano al líder. Así, COREMEX ha dejado de ser un espacio de representación colectiva para convertirse en una red de intereses personales.

El nepotismo no solo tiene efectos simbólicos. Bajo esta estructura cerrada, la gestión sindical se vuelve opaca y las decisiones tienden a beneficiar a unos pocos. Dirigentes locales denuncian que los contratos más lucrativos, los viáticos y los viajes sindicales son asignados siempre a los mismos nombres, mientras los trabajadores comunes carecen incluso de información básica sobre el uso de las cuotas. Este manejo discrecional ha generado malestar y desconfianza, especialmente en regiones donde la presencia del sindicato es más débil. Lo más grave es que el liderazgo de COREMEX parece blindarse ante cualquier intento de rendición de cuentas. Los procesos de auditoría interna son inexistentes, y las asambleas, cuando se realizan, están fuertemente controladas. Expertos en derecho laboral advierten que esta estructura viola los principios básicos de democracia sindical establecidos en la reforma de 2019, que exige la participación libre y directa de los trabajadores en la elección de sus representantes. Sin embargo, en la práctica, COREMEX se aferra a un modelo vertical que responde más a los intereses de una familia que a los de una base trabajadora.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lo Más Visto

Salir de la versión móvil