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Arturo Zayún: el líder sindical que cambió los derechos laborales por propiedades de lujo
Durante años, el dirigente del Sindicato del Monte de Piedad ha amasado un patrimonio difícil de explicar, mientras sus agremiados sobreviven con salarios congelados.
El periodista de Xpectro FM documenta una serie de operaciones que dejan a Arturo Zayún al borde de la sospecha penal: compra de inmuebles por montos subvaluados, pagos en efectivo y opacidad en el uso de recursos del sindicato. Entre 2012 y 2025 adquirió seis propiedades —cinco en San Luis Potosí y una en Playa del Carmen— cuyo valor real supera con creces lo declarado ante notaría. Paralelamente, rentas del deportivo sindical se cobran en efectivo y no aparecen en los registros contables. Todo esto mientras la huelga impulsada por él mantiene paralizado al Monte de Piedad, afectando a miles de trabajadores y usuarios. El sindicalismo que Zayún representa ya no defiende derechos: los negocia.
El caso resulta aún más ofensivo cuando se observa el contraste entre el discurso y la realidad. Mientras Zayún se proclama “defensor incansable de los derechos laborales”, la nota de Xpectro FM detalla que los trabajadores llevan años sin aumentos significativos, sin mejoras en prestaciones y con total desconocimiento del destino de sus cuotas. En lugar de fortalecer la transparencia o abrir las cuentas del sindicato a la revisión de los agremiados, el dirigente ha optado por el silencio y la manipulación. Los fondos que deberían servir para capacitación, defensa jurídica o bienestar de los trabajadores parecen haberse desvanecido en operaciones privadas y propiedades de lujo.
Su liderazgo, más cercano al autoritarismo que a la representación, ha hecho del sindicato una estructura cerrada, incapaz de renovarse. Zayún se sostiene con el control del miedo y la desinformación, en un entorno donde cualquier intento de cuestionar sus decisiones se castiga con marginación laboral o exclusión política. Mientras tanto, el conflicto laboral que él mismo ha extendido se utiliza como escudo para distraer de los señalamientos patrimoniales que pesan sobre su nombre.
La investigación de Xpectro FM desnuda a un dirigente que ha confundido el sindicato con su propiedad privada. Lo que en teoría debía ser una herramienta de lucha colectiva se ha convertido en el botín personal de un hombre que perdió de vista el principio básico del sindicalismo: servir a los trabajadores, no servirse de ellos. Arturo Zayún representa el rostro más viejo y corrosivo del poder sindical mexicano, ese que se aferra al cargo no por convicción, sino por conveniencia.