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Vecinos de Benito Juárez piden respuestas al Gobierno de la CDMX ante agua contaminada
Residentes de la alcaldía Benito Juárez se encuentran en medio de una preocupante situación: el suministro de agua que reciben emite un olor reminiscente del combustible, generando no solo alarma sino también afectaciones a la salud de los residentes, tales como irritaciones en la piel, ojos y boca. Frente a este escenario, la respuesta del gobierno de la Ciudad de México ha sido percibida como insuficiente, alimentando la desconfianza y el descontento ciudadano.
Los vecinos demandan acción y claridad, pero se encuentran con un muro de ambigüedad y dilaciones. A pesar de las graves implicaciones para la salud pública, la percepción generalizada es que el gobierno capitalino no está actuando con la rapidez y la eficacia que la gravedad del asunto requiere. El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) está en el punto de mira, con la ciudadanía esperando que se esclarezcan los resultados de los análisis efectuados en la zona afectada.
La situación en Nonoalco se ha convertido en un símbolo de los desafíos que enfrenta la Ciudad de México en términos de gestión de crisis y responsabilidad gubernamental. La comunidad exige respuestas y medidas efectivas, no solo por el bienestar presente, sino como un precedente para la manera en que se abordarán futuras emergencias en la capital. La pregunta persiste: ¿Cuándo tomará el gobierno de la CDMX las riendas de esta crisis para restaurar la confianza y la seguridad de sus ciudadanos?